Cirugía de Tiroides

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La cirugía de tiroides es un procedimiento seguro y efectivo diseñado para tratar condiciones como nódulos tiroideos, tumores o hipertiroidismo. Durante la cirugía, se remueve total o parcialmente la glándula tiroides para aliviar síntomas y mejorar la calidad de vida.

Beneficios

  • Alivio de síntomas: La cirugía de tiroides puede aliviar los síntomas relacionados con afecciones de la tiroides, como dificultad para tragar, sensación de opresión en el cuello, voz ronca, problemas respiratorios, cambios en el peso y fatiga.

  • Tratamiento de nódulos y tumores: La cirugía de tiroides permite la extirpación de nódulos tiroideos o tumores benignos o malignos. Esto no solo proporciona un alivio inmediato de los síntomas asociados, sino que también puede prevenir complicaciones futuras y garantizar un enfoque temprano del tratamiento del cáncer de tiroides, si es necesario.

  • Normalización de los niveles hormonales: En casos de hipertiroidismo o tiroides hiperactiva, la cirugía de tiroides puede normalizar los niveles hormonales, restaurando el equilibrio y reduciendo los síntomas asociados, como palpitaciones cardíacas, ansiedad, sudoración excesiva y pérdida de peso no intencional.

  • Mejora estética: En algunos casos, la cirugía de tiroides puede mejorar la apariencia estética del cuello al corregir el agrandamiento o las irregularidades causadas por una tiroides inflamada o nódulos prominentes.

  • Tratamiento definitivo: En situaciones en las que otras opciones de tratamiento, como medicamentos o terapia con yodo radiactivo, no han sido efectivas, la cirugía de tiroides puede brindar una solución definitiva y duradera para las afecciones de la tiroides.

Nuestro equipo médico se encargará de guiarle en todo el proceso de la cirugía de tiroides. Desde la evaluación preoperatoria hasta el seguimiento postoperatorio. La cirugía se realiza con técnicas avanzadas, minimizando el tiempo de recuperación y maximizando los resultados.

Preguntas frecuentes

  • La determinación de si alguien es candidato para una cirugía de tiroides depende de varios factores y debe ser evaluada por un médico especialista en tiroides. Sin embargo, en general, los siguientes casos son comunes para considerar la cirugía de tiroides:

    • Nódulos tiroideos sospechosos: Si se detectan nódulos en la glándula tiroides que presentan características preocupantes en las pruebas de diagnóstico, como tamaño significativo, crecimiento rápido, presencia de calcificaciones o sospecha de malignidad, se puede recomendar la cirugía para extirparlos y realizar una biopsia.

    • Bocio multinodular: Si el bocio (agrandamiento de la glándula tiroides) es sintomático y causa dificultad para respirar, tragar o hablar, o si hay preocupación por la posibilidad de malignidad, la cirugía puede ser una opción para reducir el tamaño de la glándula.

    • Hipertiroidismo no controlado: En casos de hipertiroidismo persistente o no controlado mediante medicamentos u otros tratamientos, se puede recomendar la cirugía de tiroides como una forma definitiva de controlar la producción excesiva de hormonas tiroideas.

    • Cáncer de tiroides: La cirugía es el tratamiento principal para el cáncer de tiroides. Dependiendo del tipo y la etapa del cáncer, se puede realizar una tiroidectomía total (extirpación completa de la glándula tiroides) o una tiroidectomía parcial.

    Es importante tener en cuenta que cada caso es único y que la decisión de realizar una cirugía de tiroides se basará en la evaluación individual de cada paciente. La Dra. Carranza realizará una evaluación exhaustiva, incluyendo exámenes clínicos y pruebas de diagnóstico, para determinar la mejor opción de tratamiento en cada situación.

  • Sí, existen otros tratamientos alternativos a la cirugía de tiroides. La elección del tratamiento adecuado dependerá de varios factores, como el diagnóstico preciso, la gravedad de los síntomas, la presencia de malignidad y las preferencias del paciente. Sin embargo, algunas opciones no quirúrgicas incluyen:

    • Medicamentos: Para ciertas condiciones de la tiroides, como el hipotiroidismo o el hipertiroidismo, se pueden prescribir medicamentos para regular los niveles hormonales y controlar los síntomas.

    • Terapia con yodo radiactivo: En el caso del hipertiroidismo, la terapia con yodo radiactivo puede ser una opción. El yodo radiactivo se administra en forma de cápsula o líquido, y se concentra en la glándula tiroides para destruir las células tiroideas hiperactivas.

    • Observación y seguimiento: En algunos casos, especialmente cuando los nódulos tiroideos son pequeños y no presentan características preocupantes, se puede optar por una vigilancia activa y un seguimiento regular para monitorear cualquier cambio en el tamaño o las características de los nódulos.

  • El tiempo exacto de la cirugía puede variar según el caso individual, pero generalmente una tiroidectomía total puede durar entre 2 y 4 horas.

  • Por lo general, se utiliza anestesia general para la cirugía de tiroides, lo que significa que el paciente estará completamente dormido durante el procedimiento.

  • El tiempo de recuperación puede variar, pero en general, muchas personas pueden regresar a sus actividades normales dentro de una semana después de la cirugía. Sin embargo, la recuperación completa puede llevar varias semanas.

  • Si se realiza una tiroidectomía total, se requerirá terapia de reemplazo hormonal de por vida para asegurar que el cuerpo tenga las hormonas tiroideas necesarias. Si se realiza una tiroidectomía parcial, es posible que aún pueda producir suficientes hormonas tiroideas sin necesidad de medicamentos.

  • Como con cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos asociados con la cirugía de tiroides, como infección, sangrado, daño a estructuras vecinas y cambios en la voz. Sin embargo, estos riesgos son generalmente bajos y los se toman todas las medidas necesarias para minimizarlos.

Al elegir un cirujano para la septoplastia, es importante tener en cuenta su experiencia, pericia y calificaciones.