Diferencia entre aspirado de oído y lavado en otorrinolaringología

En el consultorio de un especialista en oído, nariz y garganta —como el equipo del Dr. A. Carranza— llega con frecuencia la duda: ¿Qué diferencia hay entre aspirado de oído y lavado de oído?

En este artículo revisaremos con detalle ambos procedimientos, sus indicaciones, ventajas, riesgos y recomendaciones, para que como paciente estés bien informado y puedas tomar decisiones más seguras sobre tu salud auditiva.

¿Por qué a veces es necesaria una limpieza del oído?

Antes de diferenciar los métodos, conviene entender por qué en determinados casos es necesario intervenir el conducto auditivo externo o la cámara del oído en su parte accesible.

  • La cera de los oídos (“cerumen”) es una secreción natural que protege el canal auditivo, lubrica la piel del conducto y evita la acumulación de suciedad o cuerpos extraños.

  • Sin embargo, cuando la producción de cerumen es excesiva, se compacta, forma un tapón o queda atrapada, pueden aparecer síntomas como sensación de oído tapado, disminución de la audición, acúfenos (zumbidos), presión o incluso molestias y mareos.

  • Además, ciertas condiciones anatómicas (canal auditivo estrecho o curvo), uso de audífonos o tapones de oído, o manipulaciones con hisopos pueden favorecer que la cera no se autoexpulse y que haya obstrucción.

  • En el ámbito de la otorrinolaringología, cuando esa acumulación de cerumen o secreciones interfieren con la exploración del oído, con la audición o existe riesgo de infección, el especialista puede plantear un procedimiento de limpieza de oído.


Diferencia entre aspirado de oído y lavado en otorrinolaringología

Por tanto, el objetivo de estos procedimientos no es simplemente "limpiar por costumbre", sino resolver una obstrucción que puede estar afectando la función auditiva o generando riesgo de complicaciones.

¿Qué es el lavado de oído (irrigación, irrigado)?

El lavado de oído, también conocido como irrigación del oído o lavado ótico, es un procedimiento mediante el cual se introduce un fluido (habitualmente agua tibia o solución salina) en el conducto auditivo para desalojar o remover cerumen, restos o tapones.

¿Cómo se realiza?

  • Primero, el especialista verifica que la membrana timpánica (tímpano) esté íntegra, que no haya infección activa, ni perforación, ya que de lo contrario el procedimiento puede no ser seguro.

  • Luego se pueden emplear gotas ablandadoras de cerumen para facilitar la remoción.

  • En el procedimiento de irrigación se coloca el paciente con la cabeza de lado, se introduce suavemente una jeringa o un aparato de irrigación con agua a temperatura corporal (aproximadamente 37 °C) hacia el canal auditivo, y se enjuaga de forma controlada para expulsar el cerumen o restos acumulados.

  • Una vez evacuado el contenido, se revisa nuevamente el oído para confirmar que el conducto está libre y que no hay complicaciones.

¿Cuándo se recomienda?

  • En casos de tapón de cerumen con síntomas de oído tapado, acúfenos, sensación de presión o disminución de audición.

  • En controles de higiene auditiva cuando el especialista lo considera indicado.

  • Siempre que no haya contraindicación (por ejemplo: perforación timpánica, otitis externa o media activa, canal auditivo muy estrecho).

Ventajas del lavado

  • Es un método relativamente sencillo y rápido.

  • Puede ser realizado en consultorio por un especialista o con supervisión médica.

  • Puede desalojar eficazmente cerumen acumulado o expulsar restos que están obstruyendo el conducto.

Riesgos y consideraciones

  • La presión del agua o el flujo mal controlado pueden dañar el tímpano o el conducto auditivo.

  • Si queda líquido retenido en el oído, puede favorecer infecciones o sensación de oído lleno.

  • En personas con oído perforado o antecedentes quirúrgicos, puede estar contraindicada.

  • Por la revisión sistemática de la ­Cochrane Collaboration, se señala que la evidencia sobre la eficacia del lavado ótico en ciertas condiciones (como otitis media supurativa crónica) es de baja certeza.

¿Qué es la aspiración (microaspiración) de oído?

La aspiración —a veces específica como microaspiración— es un procedimiento más controlado, realizado habitualmente en el consultorio de un especialista en otorrinolaringología, que emplea un microscopio y un dispositivo de succión (aspirador otológico) para extraer la cera, restos, tapones o secreciones del conducto auditivo externo o de zonas accesibles del oído medio bajo visualización directa. 

¿Cómo se realiza?

  • Se coloca al paciente en posición adecuada, muchas veces con el oído a tratar bajo microscopio o con buena iluminación y magnificación.

  • Con un dispositivo de succión fina (y en algunos casos pinzas, curetas u otros instrumentos bajo visión directa), el especialista extrae el tapón de cerumen, restos, detritos o cuerpos extraños que obstruyan el conducto.

  • La aspiración puede combinarse con irrigación o uso de gotas ablandadoras, según el caso y prefiero del médico.

  • Al finalizar, se revisa la integridad del tímpano y del conducto auditivo, y se informa al paciente sobre cuidados posteriores.

¿Cuándo se recomienda?

  • En casos de tapón de cerumen impactado que no se resuelve con gotas o irrigación.

  • Cuando el conducto es muy angosto, o la cera es muy dura, o bien está mezclada con otros restos (por ejemplo en pacientes con audífonos, o tapones recurrentes).

  • Cuando se requiere una limpieza bajo visualización para evitar lesión del tímpano o del conducto.

  • En situaciones específicas como extracción de cuerpos extraños del oído.

    Ventajas de la aspiración

  • Permite una limpieza más precisa y segura bajo visualización directa; el riesgo de dañar el tímpano o el conducto auditivo es menor que con técnicas más agresivas, siempre que lo realice un especialista.

  • Es muy útil en tapones resistentes o en casos anatómicos complejos.

  • Generalmente, bien tolerada, con mínimo dolor o molestia cuando es manejada adecuadamente.

    Riesgos y consideraciones

  • Requiere equipamiento especializado (microscopio, aspirador otológico) y personal entrenado, por lo que sólo la realiza un especialista.

  • Puede demorar un poco más que una simple irrigación.

  • Aunque es segura, no está exenta de riesgo: por ejemplo, leves mareos si la limpieza afecta el canal del equilibrio, o molestias temporales. De hecho, la revisión Cochrane señala que los estudios en aspiración diaria versus una sesión no mostraron claramente ventaja, y la calidad de la evidencia es muy baja.

Comparación directa: aspirado vs lavado

Característica Lavado de oído Aspiración (microaspiración)
Método Introducción de líquido (agua/solución) y expulsión de cerumen. Succión activa de cerumen/restos bajo visualización.
Equipamiento Jeringa, irrigador, gotas ablandadoras. Microscopio o lupa, aspirador otológico, instrumentales.
Complejidad Menor (puede en algunos casos ser más rápido). Mayor complejidad, requiere especialista.
Indicación típica Tapones de cerumen menos complicados o higiene preventiva. Tapones impactados, anatomía difícil, cuerpos extraños.
Riesgos Presión del agua, líquido retenido, oído perforado, infección. Necesita técnica precisa, puede generar molestia, requiere visualización.
Seguridad en ciertas condiciones Contraindicado si tímpano perforado, infección activa. Más seguro bajo control, pero aún requiere especialista.
Evidencia científica Poca fuerza de evidencia para ciertas patologías, efectos adversos poco reportados. Similar situación: aunque se considera mejor para casos complejos, la evidencia de comparación es limitada.

¿Cuál es mejor?

No hay una respuesta universal. La elección entre uno y otro dependerá de:

  • El estado del oído (tímpano, canal auditivo, presencia de infección).

  • La consistencia y localización del tapón de cerumen o resto.

  • La anatomía del canal auditivo (estrechez, curvatura, uso de audífonos).

  • La experiencia del especialista y los recursos disponibles.

  • La urgencia o el riesgo que representa la obstrucción.

En general, si el caso es simple, no hay complicaciones y el canal auditivo es accesible, un lavado puede ser suficiente. Si existen factores de complejidad —como tapón firme, anatomía complicada, sospecha de daño al tímpano— la aspiración bajo visualización será la opción más segura recomendada por el otorrinolaringólogo.

En una publicación anterior del blog del Dr. Carranza titulada “Cómo lidiar con el cerumen” se abordaba el tema general de la acumulación de cera, su función, cuándo molestia y cómo prevenirla. En esta ocasión, actualizamos y profundizamos en la fase de limpieza de oído, explicando los métodos que se aplican en la especialidad de otorrinolaringología.

Es importante recalcar que la prevención sigue siendo clave: la mayoría de los oídos sanos no requieren intervenciones frecuentes. La cera cumple una función protectora y cuando no da síntomas, no es necesario “limpiarlos rutinariamente”. Sin embargo, cuando aparece obstrucción, disminución de audición, sensación de oído tapado o molestias, el especialista analiza cuál es la técnica más apropiada.

Recomendaciones prácticas para el paciente

  1. Consulta siempre a un especialista — No utilices hisopos, velas óticas, jeringas caseras sin orientación: pueden empujar la cera, perforar el tímpano o provocar infecciones.

  2. Identifica los síntomas de alerta: oído tapado persistente, disminución de audición, zumbido, secreción, dolor, mareo. Si están presentes, acude al otorrinolaringólogo.

  3. Informa sobre tu historial auditivo: cirugías previas, perforaciones, infecciones frecuentes, uso de audífonos. Esto condiciona la técnica a utilizar.

  4. Mantén una buena higiene externa: lava el pabellón auricular con toallita húmeda, evita introducir objetos en el canal auditivo.

  5. Si se va a realizar un procedimiento de limpieza, pregunta al especialista:

    • ¿Cuál método me recomienda y por qué?

    • ¿Qué riesgos existen en mi caso?

    • ¿Cuánto tiempo tardará, qué molestias puedo tener y cuál será el cuidado posterior?

  6. Cuidado posterior: tras cualquier limpieza, puede haber leve molestia o sensación de oído ligero tapado que se disipa. Si hay dolor persistente, secreción, sangrado o mareos intensos, consulta de nuevo.

  7. Prevención en personas con tendencia a tapones: uso de gotas ablandadoras bajo recomendación médica, evitar hisopos, revisiones periódicas si usa audífonos o tiene canal auditivo estrecho.

Conclusión

La limpieza del oído es un tema más delicado y especializado de lo que popularmente se cree. La diferencia entre lavado de oído e aspiración (microaspiración) radica en la técnica, el equipamiento, la indicación y el nivel de control. En manos de un profesional de otorrinolaringología, ambas pueden ser seguras y eficaces, siempre que se elija bien el método para cada caso.

En el entorno del consultorio del Dr. Carranza, nuestros pacientes reciben primero una evaluación completa: estado del oído, tiempo de obstrucción, anatomía, presencia de síntomas, y luego se recomienda el método más adecuado. Esto asegura un resultado óptimo y minimiza riesgos.

Si estás experimentando molestias, sensación de oído tapado, disminución de audición o tienes antecedentes de tapones de cerumen frecuentes, te invitamos a que agendes una consulta especializada y te orientemos sobre qué técnica es la más segura para ti.


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